La cualificada voz de los principales responsables de empresas mineras con proyectos de inversión en nuestra provincia y profesionales de la Universidad de Huelva, convocados por Huelva Información en la FOE, para abordar las oportunidades del sector en nuestra provincia, nos vuelve a dar la razón a los empresarios en nuestro permanente afán en defensa de una actividad cuyas perspectivas en nuestra provincia son más que halagüeñas ya el 40 por ciento del valor total de las extracciones de Andalucía proceden de la faja pirítica onubense.
Los datos que se manejan en la provincia onubense apuntan a que si se pusieran en marcha, tal y como está previsto, todas las explotaciones mineras anunciadas se crearían un total de 2.000 puestos de trabajo directos, un aspecto que cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que, por ejemplo, en la zona de Riotinto, el paro alcanza al 50% de la población.
Sólo la empresa Matsa, que explota la Mina de Aguas Teñidas, ha creado 450 puestos de trabajo directos y 300 indirectos en una zona deprimida donde ha sido un revulsivo de primer nivel al desarrollo socioeconómico de la misma.
En definitiva, nos encontramos ante un sector que debe ser reconocido como estratégico de nuestra economía, como lo fuera en su época de máximo esplendor, con esperanzadoras potencialidades desde el punto de vista de la productividad y el empleo, siempre bajo criterios de sostenibilidad.
Ante esta realidad, desde la FOE entendemos que la viabilidad del sector de la minería pasa ineludiblemente por garantizar la seguridad jurídica y la certeza económica de las explotaciones mineras, por el diseño de un marco regulatorio que establezca un equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente en el entorno de las explotaciones y, sobre todo, por respuestas precisas y no dilatorias de la Junta de Andalucía.
Es una irresponsabilidad por parte de nuestros gobernantes que un proyecto como el liderado por Emed Tartessus no se le de definitivamente una salida, pero más irresponsable es, como lo ha hecho el consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Manuel Recio, públicamente, al exigir a los inversores la perdurabilidad de un proyecto, un imposible para cualquier iniciativa empresarial que lo es aún más en una actividad, como la minería, que depende del agotamiento de los yacimientos y del precio impuesto por el mercado internacional.
En condiciones normales y, especialmente, en momentos de crisis como los actuales, es preciso cambiar esa actitud de las Administraciones que en estos momentos están suponiendo un riesgo para la puesta en marcha de importantes proyectos empresariales que consideramos imprescindibles para la generación de riqueza y empleo.
Hay que acabar con las normativas excesivamente rígidas, burocratizadas y lentas, que regulan esta actividad, y que hace ahuyentar al inversor que se encuentra desorientado ante las indecisiones de los responsables competentes.
Huelva cuenta, como decíamos al principio, con importantes recursos minerales que vienen siendo explotados desde épocas inmemoriales, cuenta con una cultura minera milenaria y con un potencial de crecimiento muy fuerte dentro de este sector, que no debemos dejar de aprovechar, máxime teniendo en cuenta que los yacimientos se localizan en una de las comarcas más deprimidas de la provincia.
