En nuestro anterior comentario poníamos de relieve la encrucijada económica en la que había entrado el nuevo Gobierno de España al tener que hacer frente al objetivo de reducción del déficit público, que se le exige a España por parte de la Unión Europea y que fue el último compromiso adquirido por el anterior Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en su despedida de las reuniones de los Jefes de Estado y Presidentes del Gobierno de la Unión Europea y la necesidad de tener que abordar políticas de incentivación económica para detener la dolorosa sangría de cierre de empresas y crecimiento del desempleo,
Terminábamos nuestro comentario demandando una vez más la necesidad de arbitrar medidas de estímulo de la economía y reclamando las que la provincia de Huelva precisa en materia de inversiones públicas en infraestructura para salir reforzados de esta crisis económica.
La reunión celebrada por la Canciller alemana Ángela Merkel y el Presidente de la República Francesa Nicolás Sarkozy, el pasado día 9, preparatoria del Consejo que se va a celebrar el próximo día 30, parece que abre una esperanza a la puesta en marcha, en el conjunto de la Unión, de medidas de estímulo del crecimiento económico.
Merkel y Sarkozy ya no han hablado sólo del necesario Pacto Fiscal, como instrumento para frenar la deuda y prevenir futuras crisis económicas, sino que se han marcado un segundo objetivo: el del impulso al empleo y el crecimiento en Europa y han anunciado la elaboración de un estudio que analice las condiciones que se dan hoy día en los países europeos de mayor éxito en materia de crecimiento económico y del empleo, con el objeto de aprobar un paquete de medidas el próximo día 30 que permita la recuperación, al tiempo que se lucha con el déficit público.
Algunas noticias conocidas, respecto a las medidas de estímulo que podrían ponerse en marcha, tales como la movilización de los fondos estructurales de la Unión para mejorar la financiación de las empresas o la creación de un fondo europeo de Capital Riesgo apuntan en una buena dirección.
Sin embargo, y seguimos en la “encrucijada”, otras medidas en relación con la banca europea nos sumerge nuevamente en la duda.
Así, el influyente The Economist ha advertido de los efectos que sobre la liquidez de la banca puede producir la obligación de elevar sus provisiones para sanear sus balances y tampoco es buena noticia la pretendida tasa sobre las transacciones financieras a los bancos que propone el Presidente Sarkozy, ya que el efecto de dicho impuesto se trasladará de forma automática a los productos y servicios de las entidades encareciendo el crédito y creando más dificultades a las economías de empresas y familias.
A pesar de todo, tenemos que confiar en los acuerdos que emanen de la reunión del Consejo Europeo del día 30, máxime cuando los datos de crecimiento de la economía alemana en el último trimestre y quizás ahí pueda estar el cambio de la Canciller alemana, ha hecho ver a quienes llevan el timón de la Unión Europea la necesidad de adoptar medidas para conseguir una Europa fuerte, moderna y competitiva, objetivo que nosotros compartimos, como no podía ser menos, ya que llevamos algún tiempo demandando que, junto a la necesaria austeridad en las cuentas públicas, es necesario que el crédito fluya, que las inversiones en infraestructura se pongan en marcha cuanto antes, y más en provincias como Huelva, ancestralmente olvidada por nuestras administraciones, porque todo ello contribuirá a crear un clima favorable que estimulará el aumento de vocaciones y proyectos empresariales que, como venimos manteniendo, es la mejor herramienta para la lucha contra el desempleo.
