Cámaras de Comercio: La financiación europea debe reactivar, cuanto antes, el crédito

El acuerdo alcanzado por el Eurogrupo, en virtud del cual se abre una línea de crédito de 100.000 millones para la economía española, debe tener un rápido efecto en la recapitalización del sector financiero que así lo necesite, para que vuelva a fluir, cuanto antes, el crédito a las empresas y se recupere la confianza en la economía española, según las Cámaras de Comercio.
La delicada situación del sistema financiero, la acumulación de desequilibrios no resueltos y las incertidumbres existentes han generado un descenso de la actividad crediticia y de la actividad económica. Las empresas consideran que los problemas de financiación lastran su actividad y que las condiciones de acceso se han endurecido, limitando la demanda y las condiciones de financiación.
Por este motivo, las Cámaras de Comercio confían en que la medida aprobada constituya un avance positivo en la resolución y ordenación del problema del sector financiero. En cualquier caso, esta decisión debe complementarse con otras medidas y actuaciones que impulsen la concesión y demanda de crédito para las empresas y que puedan repercutir en un impacto favorable sobre la actividad productiva, impulsando una más pronta recuperación económica y del crecimiento del PIB.
El acuerdo constituye, asimismo, un paso adelante de la Unión Europea en la dirección correcta de fortalecimiento de la cooperación mutua. En este sentido, siguen siendo necesarias actuaciones adicionales que establezcan un contexto de mayor certidumbre y gobernabilidad de la Unión Europea. Para las Cámaras, el instrumento acordado por el Eurogrupo es adecuado en varias dimensiones. En primer lugar, es lo suficientemente amplio para cubrir las necesidades estimadas del sector. En segundo, no limita el margen de maniobra en el desarrollo de los distintitos instrumentos de política económica, más allá de la relacionada con la regulación del propio sector financiero. Finalmente, mejora las condiciones de financiación del resto de la economía, incluidas las del Estado, reforzando la sostenibilidad de la deuda pública.
En consecuencia, la economía española debe continuar con las reformas, dando pasos adicionales en la mejora de la competitividad y, en aquellas iniciativas prácticas que impulsen la inversión y el empleo. El respaldo internacional debe suponer una renovada confianza en las fortalezas y las posibilidades de la economía y de nuestras empresas.

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