A falta de información detallada sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2013, que se conocerá cuando se presenten al Parlamento, en una primera valoración CEOE considera que la solución para salir de las crisis debe combinar la vía del ajuste fiscal con una serie de reformas estructurales que contribuyan a mejorar la competitividad de la economía española y sean el impulso del crecimiento. En este sentido, valoramos positivamente que los Presupuestos Generales del Estado para 2013 vayan acompañados de una estrategia de política económica. El Proyecto de Ley de PGE 2013 y el programa de reformas presentado en el informe “Estrategia de Política Económica” suponen un conjunto de medidas que inciden en la consolidación presupuestaria, al tiempo que aceleran el proceso de las reformas estructurales.
No obstante, la política fiscal y presupuestaria del Gobierno apenas modifica el impacto negativo que algunas partidas presupuestarias tienen sobre la actividad empresarial. Se sigue aumentando la carga fiscal, sobre todo de las empresas, la austeridad del gasto se concentra en las partidas ligadas a la actividad productiva y no se introducen cambios esenciales en la gestión de los servicios públicos. No obstante, aunque de manera insuficiente, se corrige parcialmente la aportación entre ingresos y gastos en la contención del déficit público.
Las subidas impositivas realizadas en los últimos años sólo pueden entenderse ante la urgente necesidad de cerrar el déficit público, única vía de garantizar la financiación de nuestra economía. Sin embargo, deben establecerse con carácter exclusivamente temporal: el objetivo principal de la política presupuestaria, cuando exista margen, debe ser revertir estas medidas.
El aspecto más negativo de este presupuesto es el manifiesto incumplimiento de la reducción de un punto en las cotizaciones sociales para 2013, que había sido anunciado por el Presidente del Gobierno en el Parlamento y comunicado a Bruselas en la Estrategia Fiscal 2013-2014. Este era un elemento imprescindible para ganar competitividad y reducir los costes del factor trabajo, en línea con las recomendaciones del Consejo Europeo. Por el contrario, la eliminación de bonificaciones en las cotizaciones sociales ha supuesto un incremento de las mismas. Por tanto, este incumplimiento afecta gravemente a las posibilidades de crecimiento de las empresas que deben competir en los mercados internacionales, limitando nuestra mejor baza para la recuperación.
En relación al cuadro macroeconómico, los PGE 2013 se basan en un entorno macroeconómico que avanza una senda de recuperación para la economía española muy intensa.
GASTO PÚBLICO E INGRESOS
En la política de gastos no se introducen medidas de carácter estructural ni de gestión de los servicios que vayan dirigidas a la reducción del gasto público. Llama la atención que se hayan aumentado las tasas en algunos servicios públicos para acercarlos a su coste real, pero estas medidas no se han visto acompañadas de reformas que mejoren la eficiencia y gestión de la prestación de dichos servicios. Tampoco se ha avanzado aún en la duplicidad de competencias entre los distintos niveles de las Administraciones Públicas, en donde se implemente el criterio de “una administración, una competencia”.
Para 2013 se prevé un aumento de los ingresos no financieros del 2,6%, lo que genera razonables dudas teniendo en cuenta el optimismo del cuadro macroeconómico. En este sentido, cualquier desviación que se produzca sobre las previsiones de recaudación debe ser compensada con reducciones de gasto y en ningún caso con subidas adicionales de impuestos.
Los avances sobre la modificación del Impuesto sobre sociedades inciden una vez más en la sobrecarga de la imposición sobre la actividad productiva. Por otro lado, valoramos negativamente el incremento de la imposición en IRPF a través de la eliminación de la deducción por vivienda y el incremento de la tributación de plusvalías.
ESTRATEGIA DE POLÍTICA ECONÓMICA
En cuanto a la Estrategia Española de Política Económica, que incluye una batería de reformas estructurales a desarrollar en dicho periodo y que responden a las recomendaciones del semestre europeo, desde CEOE consideramos muy favorable –al igual que la CE– el esfuerzo de flexibilizar los mercados de bienes y servicios como elemento esencial para impulsar el crecimiento y el empleo.
Entre las más destacadas, cabe señalar las destinadas a:
o Mejorar el funcionamiento de las Administraciones Públicas, entre las que destaca el adelgazamiento de las estructuras administrativas y la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local.
o Servicios públicos: se recogen reformas en el ámbito sanitario y de educación que, aunque prometedoras, faltan por concretar. Es esencial la participación del sector privado en estos ámbitos para ganar eficiencia sin perder calidad.
o En materia laboral, se valora positivamente la reforma del calendario laboral, el impulso a la formación dual y la colaboración público–privada para la intermediación en los servicios públicos de empleo. Se echan de menos medidas para flexibilizar la contratación a tiempo parcial y para la inserción en el mercado laboral de jóvenes y parados de larga duración. En la lucha contra el absentismo, es esencial orientar adecuadamente la reforma de las mutuas de accidente.
o Un mayor control de las finanzas públicas a través de la creación de una autoridad fiscal independiente para el Estado. En este sentido, cabe señalar que se va a llevar a cabo una mayor transparencia en las cuentas públicas con la publicación mensual de la ejecución presupuestaria de las Comunidades Autónomas y trimestral de las Corporaciones Locales.
o En el apoyo a emprendedores, sobresale la intención de aprobar una Ley de Emprendedores que facilite la creación de empresas y el programa de unidad de mercado, esencial para reducir costes y ganar eficiencia. Asimismo, es muy positivo la apuesta por la simplificación normativa.
o Por otra parte, merece en general una consideración positiva las medidas de liberalización y apoyo a los distintos sectores productivos, que, sin embargo, tendrán un alcance limitado dadas las limitaciones presupuestarias de las que se parte.