Ambas confederaciones consideran temporal el repunte de la inflación y por ello insisten en no tomar los últimos datos como referencia para actualizar rentas y salarios.
CEOE y CEPYME consideran que sería un grave error para la competitividad de nuestro país tomar como referencia para la actualización de rentas y salarios los últimos datos de inflación, dado que estas cifras no obedecen a factores de demanda interna, si no a factores externos como la subida del precio de la energía.
En su opinión, se debe seguir en la línea de moderación salarial para propiciar la recuperación y comenzar a crear empleo lo antes posible. En este sentido, los servicios técnicos de ambas organizaciones empresariales estiman que los salarios deben regirse por la evolución de la productividad para hacer competitivas nuestras empresas. La mejora de la competitividad es clave para impulsar el sector exterior, ya que es el único con cierto dinamismo en la economía española.
En su valoración del Índice de Precios al Consumo, CEOE y CEPYME destacan el hecho de que la inflación ha frenado su senda descendente, “aunque –subrayan– previsiblemente la retomará en los próximos meses, ya que no se esperan sorpresas al alza en los precios del petróleo en un contexto de desaceleración de la economía internacional. De este modo, la inflación podría llegar a situarse en diciembre en el entorno del 2%”.
CEOE y CEPYME añaden que “la inflación subyacente –que no considera los productos energéticos ni los alimentos sin elaborar– registra valores más contenidos (1,7%) y más coherentes con la debilidad de la demanda interna. De hecho, los precios de los Servicios se mantienen en tasas en torno al 1,5% y los de los bienes industriales no energéticos alrededor del 0,5%”.
Las Organizaciones Empresariales recuerdan que el principal foco inflacionista de la economía española se mantiene en el componente energético, afectando a los grupos de Vivienda (7,2%) por el incremento de los precios de suministros (calefacción, electricidad,…), y al grupo de Transporte (7,9%), por las subidas de los carburantes y lubricantes. Otro elemento es el precio del tabaco que, tras las subidas impositivas y de precios, registra una elevada tasa anual (12%).
