El crecimiento económico, en manos de la Empresa Familiar

Una de las conclusiones de la Conferencia sobre la Empresa Familiar celebrada la pasada semana en la Federación Onubense de Empresarios ha sido el decisivo papel que este tipo de empresas juega en el conjunto de la actividad económica.

Decíamos en un anterior comentario editorial que, frente al mensaje largamente repetido de la necesidad de “crear empleo” había que ir acuñando el mensaje de la necesidad de CREAR EMPRESAS, ya que al fin y a la postre son en estas instituciones económica las que auténticamente crean el empleo y de cuya actividad, a través de los impuestos que pagan trabajadores y empresarios puede la Administración financiar los servicios públicos.

Pues bien, en la Conferencia de la Empresa Familiar, el Secretario General de la Foe puso de manifiesto que el 85% de las empresas de Huelva eran empresas familiares, que, a su vez, generaba el 80% de PIB y el 85% del empleo provincial.

En el otro lado de la balanza exponía el alto índice de mortalidad que estas empresas tienen tras la desaparición del fundador. Así, se expuso que solo el 40% se estas empresas sobreviven a su fundador tras la llegada de la segunda generación- los hijos- y sólo del 15% se supervivía a la llegada de la tercera generación, es decir de los nietos.

Es importante, por tanto, que desde todos los ámbitos de responsabilidad en temas económico y empresariales se adopten cuantas mediadas sean necesarias para que esos porcentajes aumenten y, en esa línea se enmarca la conferencia auspiciada por la Foe, es decir para dar un toque de atención sobre importancia de las mismas y sobre la necesidad de legislar a favor de ellas.

Medidas que hay que reconocer, que en temas tan sensibles como el del impuesto de sucesiones se ha avanzado bastante, con las modificaciones legislativas introducidas en los últimos años evitando que la cuantía del impuesto de sucesiones llevase a los herederos a tener que vender la empresa para pagarlo.

Pero además, y esto quedo meridianamente expuesto en la Conferencia, es necesario que dentro del propio ámbito de la familia se adopten medidas para hacer de la sucesión un acontecimiento natural y no una lucha fraticida que de al traste con la fundación de la empresa. Es necesario que mientras viva el fundador, además de saber cuando es necesario dar el paso a la nueva generación se adopten los acuerdos familiares pertinentes-el protocolo familiar- para dejar resuelto problemas que inciden en las causas mas comunes de fracaso de la empresa familiar.

Por lo tanto, es necesario que el fundador sea el primero en mentalizarse de su tarea y secundar iniciativas como la Conferencia sobre la Empresa Familiar, acudiendo a las mismas y poniendo en marcha, con el asesoramiento adecuado, los acuerdos familiares que permitan la supervivencia de su obras.

En una economía como la actual, donde el empresario y la empresa son un bien escaso no podemos permitirnos el lujo de perder una sola empresa por la existencia de discrepancias en el seno de la unidad familiar.

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