Fondos estructurales para las pymes

Decíamos, en un comentario editorial anterior que, tras la reunión mantenida por la Canciller Alemán, Ángela Merkel, y el Presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, tendríamos que estar atentos a los resultados de la Cumbre Europea de Jefes de Estado y Presidentes de Gobierno, que tendría lugar el 30 de enero en Bruselas, habida cuenta de las noticias relativas a las propuestas que los dos máximos mandatarios europeos iban a realizar en materia de fomento de la actividad económica en la UE.

De lo que hemos conocido, podemos decir que la reunión ha transcurrido por la senda de lo previsto, en la medida en la que la mayoría de los países que integran la UE han seguido avanzando en los compromisos para alcanzar la estabilidad fiscal y, por primera vez, desde el inicio de la crisis económica se han puesto sobre la mesa instrumentos económicos para fomentar la creación de empleo.

Respecto del primer gran asunto, es importante la ratificación del compromiso de no superar en más de un 3% del PIB el déficit presupuestario y, lo que creemos más importante, el establecimiento de sanciones que pueden llegar hasta el 0,1% del PIB si se supera este techo.

Esta crisis ha puesto de manifiesto que un excesivo endeudamiento de los Estados, de sus distintas Administraciones Públicas, sólo contribuye a tener que pagar más cara la deuda pública soberana y, en casos extremos, a tener que ser intervenidos por la UE y, lo que es aún más grave, a hipotecar a las futuras generaciones, a las que les trasladamos la obligación de pagar los excesos de hoy.

Por lo que se refiere al objetivo de estimular la actividad económica, se van a liberar de los fondos estructurales la cantidad de 82.000 millones de euros, para apoyo a las PYMES europeas, de los cuales 10.000 vendrán a nuestro país. Además, los reunidos han acordado poner a disposición de planes específicos para la fomento del empleo juvenil una cantidad adicional de 22.000 millones de euros, de los cuales 2.700 se destinarán a España, lo que sumado a los 2.000 millones que nuestro Gobierno puede y debe aportar, nos sale la cifra de 14.000 millones de euros para los objetivos propuestos, cantidad que es importante, pero que dista bastante de las que se han aprobado para el saneamiento del sector bancario y las cajas de ahorro.

Por eso, es necesario preguntarnos ¿Serán suficientes estas ayudas?. De momento, tenemos que valorar que ya se hable de fomento de actividad económica. La decisión del Consejo Europeo de enviar observadores para ayudar a los Estados miembro en la elaboración de los planes nacionales para el fomento del empleo y el crecimiento, implica la existencia de un alto grado de concienciación de las autoridades de la Unión.

Llegados a este punto, debemos de recibir con esperanza las conclusiones del Consejo, aunque también tenemos que reiterar que se tiene que avanzar en un ambicioso plan de reformas, entre ellas, la del sistema financiero, que se ha abordado en el Consejo de Ministros del viernes día 3, cuyas medidas tendremos ocasión de analizar en otro comentario y la del mercado laboral, necesaria, entre otras cosas, para facilitar el acceso al trabajo a los más jóvenes.

Tendremos que esperar a ver cuál va a ser el impacto en la liquidez del sistema financiero de los 14.000 millones de euros que se van a destinar al fomento de la actividad económica y del empleo juvenil y de la reforma del sistema financiero que va a poner en marcha el Gobierno y, todo ello, sin perder de vista el gravísimo problema del endeudamiento de las administraciones públicas por los impagados que está generando a las empresas proveedoras, razón que nos hace volver a insistir en la necesidad de que se cumpla cuanto antes la propuesta contemplada en el propio programa electoral del Partido Popular para que el IVA se ingrese en las arcas públicas cuando se haya producido el cobro efectivo de la factura.

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