La FOE mantiene su oposición al sistema de peaje en el Algarve

A pesar de los acuerdos alcanzados en la Cumbre de Lisboa sobre el peaje, desde la FOE se mantiene firme su oposición a ese sistema y seguirá trabajando en orden a conseguir que el Gobierno portugués reconsidere la medida de implantarlo en la autovía A22 ‘Do Infante de Sagres’, que trascurre por el Algarve portugués, teniendo en cuenta que los datos que se manejan son preocupantes al detectarse hasta un 60% en el descenso de las facturaciones.
Desde la FOE se sigue insistiendo en las pérdidas que para las empresas de la zona transfronteriza está suponiendo el peaje a juzgar por los datos manejados por los empresarios portugueses del Algarve y el Alentejo que reflejan un descenso del 60% en las facturaciones en ese lado de la frontera, mientras que desde la FOE se cifran entre un 25 y 30%, en el territorio español.
Los daños al transporte, al turismo y al comercio, están siendo especialmente sangrantes, por lo que se insiste en la necesidad de seguir trabajando, en el marco del Manifiesto firmado en la FOE el pasado mes de abril, para que el Gobierno de Portugal reconsidere urgentemente este sistema de peaje, instando a intervenir a la Comisión Europea al detectarse, como ya se ha dicho, que se está produciendo una posible vulneración de los reglamentos europeos sobre tarificación de infraestructuras, ya que el peaje en la A-22 contempla un sistema de exenciones y bonificaciones exclusivamente a las personas físicas y jurídicas que tengan su residencia o domicilio social en el área de influencia de las autovías, eximiéndoles del pago de 10 viajes al mes y aplicándoles un descuento del 15% para los restante viajes, lo que supone una clara discriminación de los conductores españoles, tanto particulares como profesionales, con el agravante de que se trata de una vía de carácter transeuropeo construida con fondos comunitarios.
Abundado en este asunto, señalar que el último programa de cooperación transfronteriza España-Portugal 2007-2013, se hace especial hincapié en “mejorar la conectividad y las infraestructuras básicas de las zonas fronterizas y en definir un nuevo enfoque para aumentar la competitividad, fomentar el empleo y reforzar la integración socioeconómica e institucional en las regiones fronterizas”. Además, y de conformidad con los objetivos de la Estrategia de Lisboa, se señala como prioridad ineludible “el desarrollo de actividades transfronterizas conjuntas en los ámbitos económico, social y medioambiental, que persigan un desarrollo territorial sostenible, principalmente a través de apoyo y estímulo a las actividades empresariales, la expansión de las PYME y el desarrollo del turismo, la cultura y el comercio transfronterizos”, objetivos que, a juicio de la FOE, serán difícilmente alcanzables en el actual escenario en el que nos encontramos.

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