La ocupación hotelera descendió entre 8 y 10 puntos con respecto al 2011

Al cierre de la Semana Santa, la Asociación Provincial de Hoteles ha cifrado el grado de ocupación de nuestro destino (interior y litoral) en un 68-70%, en el período que abarca desde el Jueves Santo al Domingo de Resurrección. Estos datos, en comparación con los obtenidos en se mismo período en el 2011, han descendido entre un 8 y 10 puntos.

A tenor de esta realidad, el sector ha mostrado su preocupación teniendo en cuenta que la Semana Santa suele ser el termómetro que indica cómo se va comportar de cara la temporada estival.

Las previsiones que se han venido realizado en cuanto a la climatología, ha incidido en la ocupación directamente ya que el turista, en exclusividad nacional, no se ha decidido a viajar a tenor de esos mensajes.

En cuanto al volumen de negocio, hay dos circunstancias importantes que señalar, y que han incidido determinantemente el resultado obtenido, por un lado, el hecho de que una parte importante de las camas ocupadas haya sido a través del Programa Imserso, subvencionado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y, por otra parte, el descenso –situado en un 5 al 7%- con respecto al precio medio de las habitaciones del pasado año.

Sobre el consumo interno en los establecimientos, señalar que éste ha descendido también levemente respecto al 2011, en torno a un 3-5%. En circunstancias normales, este sería un dato relevante si hubiésemos mantenido el nivel de ocupación, ya que, probablemente, por esta vía se hubieran obtenido mayores ingresos.

A juicio del sector, el dato más relevante, sin lugar a dudas, ha sido el descenso en el número de plazas ofertadas, unas 2.400, teniendo en cuenta que si se hubiera contando con estas, este año, el porcentaje de ocupación hubiera sido más bajo aún.

De otro lado, y a pesar de que la climatología fue parecida en los años 2011 y 2012, existe dos explicaciones que vienen a argumentar el resultado obtenido: por un lado, la dependencia del mercado nacional que es muy alta, por lo que la crisis económica sigue causando estragos en el sector y, por otra parte, las previsiones climatológicas han fluido en el turista que ha decidido no formalizar su reserva ante las advertencias de lluvias.

Como conclusión, hay que destacar la preocupación del sector de cara a la temporada estival por cuanto que nuestro turista es eminentemente nacional, por lo que se hace un llamamiento a las Administraciones a que apoyen decididamente al sector en dos líneas fundamentales: dotación de mayores recursos para la promoción turística y la mejora de las infraestructuras, absolutamente necesarias para la consolidación y desarrollo de uno de los principales pilares económicos de nuestra provincia.

También te puede interesar