Liquidez o Confianza

Me pasa todos los días, hablando con unos y otros, “necesitamos que se abra el grifo del crédito, de lo contrario la empresa no podrá invertir ni mantener las ventas y el empleo”. Llevan mas razón que un Santo, el sistema financiero, a pesar de las fusiones, rescates y prestamos estatales siguen sin aportar liquidez a los empresarios que verdaderamente lo necesitan.

¿Qué hubiera pasado si en vez de darles el dinero a las entidades financieras se lo hubiesen dado a las pymes y autónomos, con determinados criterios lógicos?

Desde luego, si lo que pretendía el gobierno es que la liquidez llegase a las empresas, de esta forma lo hubiese conseguido de todas, todas y probablemente más de una que han acabado asfixiadas financieramente podrían estar hoy vivas, creando empleo y ahorrándole al Estado un buen pellizco.

Sí, porque además de dejar de pagar sus impuestos (ingresos para el Estado), mantendría los puestos de trabajo, por tanto se ahorraría los costes de la prestación por desempleo, aportarían al PIB Nacional y eso reduciría el porcentaje de déficit y endeudamiento publico por simple aumento del denominador.

En todo este proceso se ha preferido dejar caer a los empresarios y que no se hunda ninguna entidad financiera, pero bien podía haber sido al revés y probablemente el objetivo del mantenimiento de las empresas y el acceso al crédito se hubiese cumplido en mayor grado.

Sin embargo, la opción ha sido otra, pero ¿por qué?. Una explicación puede ser que el Gobierno estaba firmemente convencido de que ayudando a los bancos y cajas, mataría dos pájaros de un tiro, por un lado no dejan caer a ninguno de estos (con las consecuencias de pánico social) y al tener más dinero abrirían la mano del crédito, salvándose también las empresas y el empleo, negocio redondo, la jugada perfecta.

Otra cuestión, es la creencia de que existen grandes grupos de presión cerca de los poderes políticos que influyen notablemente en las decisiones y estos han conseguido lo evidente.

Sea cual sea la razón, lo que si es cierto es que la desconfianza se ha instalado en nuestras mentes, en la de los consumidores, en los servidores informáticos que controlan las Bolsas, en los mercados de bienes y servicios ya que las medidas no están funcionando y como dijo aquel: “ni esta, ni se le espera”.

Entonces, que es primero, la liquidez o la confianza. Probablemente estos dos términos vayan de la mano, ya que el dinero es muy “miedoso” y hasta que no se sienta seguro tampoco sale de su madriguera.

Por tanto, hasta que la banca no vea peligro y se sienta confiada no comenzara a dar mas créditos para que fluya la liquidez, pero claro, mientras los consumidores no vean que se les conceden sus hipotecas y que las entidades financieras abren el grifo, seguirán desconfiando, pensarán que no es el momento de comprar, pues los precios seguirán bajando, verán su puesto de trabajo peligrar y esperaran a que “la cosa mejore”.

No quiero caer en el tópico pero esto me lleva a pensar si es antes el huevo o la gallina, por eso prefiero cavilar que todo va a depender de esa “la cosa”, pudiendo ser esta un gobierno mediador, diligente, reduciendo las cargas administrativas, apostando por reformas en el mercado laboral y con medidas certeras para incentivar la creación de empresa, que ponga de acuerdo a la gallina y al huevo, para que entre todos podamos salir de esta.

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