Los empresarios alemanes apuestan por Europa

La Confederación de la Industria Alemana (BDI) se posiciona de forma indiscutible a favor del mantenimiento del Euro así como del desarrollo de la integración política y económica en la Unión Europea. La BDI ha querido contribuir al debate sobre el futuro de la Unión Europea, y el Euro, con una propuesta compuesta por 12 puntos en la que la patronal alemana realiza una apuesta firme por la Unión Europea y el Euro.

 

Un Nuevo Tratado para el Euro

 

Doce tesis desde una perspectiva industrial

Primera Tesis: Con su mercado único, y con su divisa común fuerte y estable, Europa es un factor central para la prosperidad y el empleo en Alemania.

La economía alemana está enormemente integrada en la división internacional del trabajo. Las empresas industriales alemanas se encuentran en todos los mercados del mundo, con productos y servicios asociados que están muy valorados. Más de un 45% del valor añadido de Alemania lo generan hoy las exportaciones. Incluso aunque los nuevos países emergentes se hayan hecho mucho más importantes como socios comerciales, Europa sigue siendo el mercado doméstico de la industria alemana. Más de un 40% de las exportaciones alemanas van hacia Europa, más de un 60% hacia la Unión Europea, y más de un 40% hacia la Zona Euro. De los diez países con los cuales Alemania obtiene los mayores superávits de exportación, nueve son europeos. De los diez países más importantes de los que Alemania importa, ocho se encuentran en Europa. Europa juega también un papel central como destino y lugar de origen de las inversiones directas realizadas por Alemania y para Alemania. Con su mercado único, junto con su fuerte y estable divisa común, Europa es un factor fundamental para la prosperidad y el empleo en Alemania. La industria alemana, por lo tanto, tiene un enorme interés en mantener el euro, y en mantener la continuidad y el mayor desarrollo de la Unión Europea.

Segunda Tesis: Desde el punto de vista de la economía real, no existe absolutamente ningún motivo para que se produzca un nuevo retiro hacia una situación de crisis. La economía mundial real está intacta.

Los desarrollos recientes de los mercados financieros internacionales suscitan grandes preocupaciones. La crisis económica y financiera mundial que ha tenido lugar entre los años 2007 y 2009 parecía haberse superado, pero ahora, al inicio del segundo semestre de 2011, hay amenaza de un nuevo empeoramiento. Tal y como nos enseñó la experiencia de la crisis anterior, esto podría hacer que la demanda mundial se derrumbase muy rápidamente y con gran fuerza, al hacer caer la economía real en todo el mundo. Como economía expuesta al comercio exterior, Alemania se vería afectada por esto de forma especialmente adversa. Un derrumbamiento mayor de los mercados financieros, y el posterior derrumbamiento de los mercados de bienes, podría adoptar unas dimensiones aún más desastrosas que en la crisis anterior. Mientras que en la última crisis seguían existiendo muchas opciones para suavizar los efectos que dicha crisis causaba, ahora el armario de los instrumentos políticos está casi vacío. La política monetaria ha quemado sus últimos cartuchos en todo el mundo, y solamente en la zona euro sigue habiendo alguna libertad de acción marginal para bajar los tipos de interés. La política fiscal ya está sometida a una tensión excesiva en casi todas las economías industrializadas. Desde una perspectiva industrial, debe evitarse una doble entrada de lleno en el mercado financiero y en el mercado de bienes. Desde el punto de vista de la economía real, no hay motivo alguno para un nuevo retiro hacia la crisis. La economía mundial real está intacta. Dicha economía mundial sigue estando llena de oportunidades y perspectivas, y estas oportunidades no debe destruirlas ninguna pérdida de confianza, inducida desde el ámbito político, en los mercados financieros mundiales.

Tercera Tesis: Seguir curando los síntomas, y adoptando cada vez más medidas de reparación, no es promesa de un éxito sostenible. Europadebe encaminarse a un claro salto hacia adelante en sus esfuerzos por la estabilización.

La profunda crisis de confianza en los mercados financieros internacionales tiene sus causas no solo en Europa y en la zona euro, sino –sin dudatambién allí. Frente a esta realidad de fondo, Europa debe hacer ahora una aportación ininterrumpida a la recuperación de la confianza. La industria alemana reconoce los serios esfuerzos realizados por los políticos de Europa por resolver los problemas. Desde que la crisis griega se hizo obvia y empeoró en la primavera de 2010, se han hecho intentos de dominar la situación en numerosas cumbres y reuniones especiales celebradas por la crisis. Se han establecido en el camino muchas medidas reparadoras y estabilizadoras; no obstante, no se han logrado todavía ni una estabilización prolongada de los mercados ni la recuperación de la confianza, y es necesario romper este círculo vicioso. Seguir curando los síntomas y adoptando cada vez más medidas de reparación no es promesa de un éxito sostenible. Europa debe encaminarse a un claro salto hacia adelante en sus esfuerzos por la estabilización. Solo con un desarrollo más profundo y coherente de las instituciones europeas podrá recuperarse a largo plazo la confianza perdida.

Cuarta Tesis: No puede esperarse una estabilización sostenible de la zona euro si nos basamos en los tratados existentes. El euro necesita un nuevo fundamento basado en los tratados, que establezca una clara orientación de larga duración hacia los objetivos.

Profundizar así en la cooperación hace imprescindible una modificación substancial de los tratados europeos. No puede esperarse una estabilización sostenible de la zona euro si nos basamos en los tratados existentes. El euro necesita un nuevo fundamento basado en los tratados, que establezca una clara orientación, de larga duración, hacia los objetivos. Los ciudadanos y los mercados solo podrán entender, categorizar y evaluar las medidas individuales si está claro el objetivo a largo plazo. Las medidas individuales necesarias podrán tener su efecto de generación de confianza únicamente si están así ancladas a una cartera de objetivos a largo plazo. En la parte más importante de la cartera de objetivos está la culminación última de la unión política de Europa. La introducción del euro fue el primer paso importante hacia esta unión política; sin una mayor integración, la unión monetaria seguirá siendo una fachada. Ni en la historia de las divisas ni en el escenario mundial actual de dichas divisas ha habido jamán ninguna moneda, aparte del euro, que se haya utilizado o se utilice en una zona caracterizada por una política monetaria común, pero en la cual todas las otras políticas relevantes para la macroeconomía se sigan llevando a cabo a nivel nacional. Una estructura así, para la cual tampoco existe antecedente alguno en los libros, no puede funcionar a largo plazo. El funcionamiento prolongado de la unión monetaria exige sin duda alguna que se den más pasos hacia la integración política de Europa. Comunicar este objetivo de forma convincente dejará claro de forma inmediata que debe realizarse una inversión en la unión política de Europa. Con esta realidad como fondo, las medidas de estabilización y reparación que son necesarias hoy y en el futuro deberían entenderse como inversiones con miras de futuro en la unificación política de Europa.

Quinta Tesis: La unión política de Europa es un objetivo distante, pero un objetivo en el que todavía debemos seguir trabajando. Un nuevo tratado para el euro debe fijar su atención en este objetivo a largo plazo, y establecer los pasos hacia su materialización.

La unión política de Europa es un objetivo distante, pero un objetivo en el que todavía debemos seguir trabajando. Un nuevo tratado para el euro debe fijar su atención en este objetivo a largo plazo, y establecer los pasos hacia su materialización. La Europa del mañana debe basarse en los principios de libertad, diversidad, estabilidad, competencia y rendimiento. Frente a esto, una regulación y armonización innecesarias y excesivamente centralizadas, junto con una falta de control de las transferencias financieras derivada de la colectivización de la responsabilidad ante las deudas, pone en peligro la estabilidad política y económica de Europa. Ante ello, la tarea es asegurar que la Unión Europea establezca un marco normativo eficaz para una solidez de los presupuestos públicos y una economía competitiva. Todas las medidas individuales que son necesarias para estos objetivos indisolublemente unidos deben agruparse en un paquete general consistente. Ello es de aplicación, en especial, al futuro fortalecimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, a la implantación del nuevo Pacto Euro Plus, relativo a la mejora de la coordinación económica, a las modalidades concretas de una coordinación más estrecha de la política económica, y a un mayor desarrollo de los mecanismos europeos de rescate y estabilidad. Las decisiones relativas a las propuestas principales o ampliamente acordadas sobre todos estos elementos están ahora sobre la mesa. Dichas decisiones deberían concretarse más, en los casos en que sea necesario, e implantarse con rapidez. A este respecto, debería darse prioridad a la implantación de las decisiones adoptadas en la cumbre europea más reciente, celebrada el 21 de julio de 2011, las cuales figuran en la agenda política de Alemania para finales de septiembre. Resulta obvio que hay que tener en cuenta las exigencias constitucionales y presupuestarias que son de aplicación en Alemania.

Sexta Tesis: La arquitectura institucional de la zona euro debe desarrollarse de forma substancial. En opinión de la industria alemana, es indispensable seguir desarrollando los instrumentos del EFSP y el ESM, para que pasen a ser un Fondo Fiscal Europeo (EFF) políticamente independiente.

Las medidas de estabilización desarrolladas hasta ahora han girado en torno al –temporal- Instrumento Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF) y su futura institución sucesora permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilización (ESM). Los sucesivos aumentos que se han ido acordando para el volumen de los paquetes de rescate no han resultado, hasta ahora, ser capaces de abordar los problemas de estabilidad de la zona euro de una forma prolongada. Tampoco han logrado restaurar la confianza en los mercados ni entre los ciudadanos. De forma similar, la ampliación de los instrumentos de rescate acordada el 21 de julio no ha logrado calmar a los mercados. La arquitectura institucional de la zona euro, por lo tanto, debe desarrollarse de forma substancial. En opinión de la industria alemana, es indispensable seguir desarrollando los instrumentos del EFSP y el ESM, para que pasen a ser un Fondo Fiscal Europeo (EFF) políticamente independiente, con el fin de sustituir las actuales medidas de rescate “adhoc” por un concepto a largo plazo sostenible. El Fondo Fiscal Europeo ofrece a los estados miembros y a los bancos de la zona euro que experimentan dificultades “ayuda de emergencia”, y constituye también una última instancia para la ejecución de una disciplina fiscal. El Fondo Fiscal Europeo proporciona, a los países que así lo solicitan, créditos a cambio de una garantía prendaria, y siempre bajo la condición de una política económica estricta. La seguridad colateral no solamente representa una medida de seguridad para el Fondo Fiscal Europeo y sus garantes, por si se da el caso de que el país prestatario es incapaz de pagar la deuda. Además, la exigencia de proporcionar garantía prendaria les da a los países prestatarios un incentivo para solicitar asistencia financiera únicamente si asumen que podrán pagar por completo los créditos.

Séptima Tesis: Deberá suspenderse cualquier pago en cuanto las condiciones acordadas se hayan dejado de cumplir, o en cuanto los niveles de deuda no sean ya sostenibles. No es aceptable la Responsabilidad Conjunta sin compensación. Las normas relativas al impago sistemático deberán constituir un componente indispensable del Fondo Fiscal Europeo.

El Fondo Fiscal Europeo funciona con la garantía de unas normas transparentes y claramente establecidas. La decisión relativa a si se ofrece asistencia financiera a un país, y en qué condiciones, la toma la junta de gobierno del fondo, tras un análisis profundo elaborado por el Fondo Fiscal Europeo con la colaboración del Banco Central Europeo. Junto con el objetivo del equilibrio presupuestario, el programa de reforma que el Fondo propone se orientará, sobre todo, hacia unas reformas estructurales que promuevan el crecimiento. Una condición absoluta para cualquier pago para asistencia es un análisis de sostenibilidad de la deuda, que se lleve a cabo de forma muy transparente y con la participación del Banco Central Europeo. Al implantarse un programa de asistencia, debe verificarse, antes del pago de cada nuevo bloque, que se están cumpliendo las condiciones acordadas y que la capacidad de repago sigue estando garantizada. En cuanto esto deje de ser así, deben suspenderse los pagos. No es aceptable la Responsabilidad Conjunta sin compensación. Con el fin de evitar un nivel ilimitado de apoyo financiero a los estados miembros sobre-endeudados, durante un periodo indefinido en ausencia de opciones alternativas, las normas relativas al impago sistemático, correspondientes a los estados miembros de la zona euro, deberán constituir un componente indispensable del Fondo Fiscal Europeo. Todos los programas de asistencia tendrán una duración máxima de tres años. Si un país sigue necesitando asistencia financiera transcurridos tres años, se aplicará el presupuesto de insolvencia. En el caso de que se produzca una reestructuración de la deuda, El Fondo Fiscal Europeo jugará un papel coordinador, y tratará de asegurar unos sistemas sin fricciones entre acreedores y deudores, basándose en las normas relativas al impago sistemático. Además, en el marco de la reestructuración, proporcionará asistencia de emergencia y transitoria para apoyar un regreso rápido del país al mercado de capitales. Al igual que todos los otros créditos del Fondo Fiscal Europeo, el nivel y la duración de este tipo de asistencia dependerá de las disposiciones de la garantía prendaria, así como de las condiciones acordadas en las reuniones.

Octava Tesis: Los derechos de voto en el Consejo de Administración y para la elección de la Junta de Gobierno deberían basarse en la aportación financiera del estado concreto. Los estados que acepten la asistencia del Fondo Fiscal Europeo pierden sus derechos de voto y nominación durante este periodo.

La Junta de Gobierno del Fondo Fiscal Europeo debería estar compuesta por expertos independientes, elegidos a propuesta de los estados miembros de la zona euro sin posibilidad de renovación. Esto permitiría al Fondo actuar hasta el mayor grado posible, más allá del alcance de las influencias políticas. Siguiendo el modelo del Fondo Monetario Internacional, debería darse siempre a los estados grandes el derecho a proponer un miembro de la Junta de Gobierno del Fondo Fiscal Europeo. Los estados de tamaño medio y pequeño deberían seguir un sistema rotatorio de nominaciones. Las decisiones fundamentales tomadas por el Fondo Fiscal Europeo, tales como las relativas al inicio y a las condiciones de nuevos programas de asistencia debería tomarlas el Consejo de Administración del Fondo. Los derechos de voto en el Consejo de Administración y para la elección de la Junta de Gobierno, deberían basarse en la aportación financiera del estado concreto. Los estados que soliciten préstamo al Fondo Fiscal Europeo pierden sus derechos de voto y nominación durante este periodo. Al igual que ocurre con los créditos del Fondo Monetario Internacional, los créditos del Fondo Fiscal Europeo deberían tener un rango superior al de otros compromisos existentes. En casos excepcionales, estrictamente delineados, El Fondo debería poder adoptar medidas preventivas, o comprar Bonos en el mercado secundario. Estas medidas de emergencia deben quedar sustituidas por un acuerdo regular de crédito en un periodo máximo de tres meses. A cambio de tales medidas de emergencia, deberán hacerse por adelantado promesas concretas sobre la consolidación del presupuesto y sobre unas reformas estructurales que promuevan el crecimiento. Los Bonos emitidos por países de la zona euro deberían incluir, en el futuro, una cláusula que estipule que su duración se ampliará automáticamente otros tres años si un país solicita un préstamo al Fondo Fiscal Europeo.

Novena Tesis: El Fondo Fiscal Europeo y el Banco Central Europeo constituirían dos pilares políticamente independientes de la nueva arquitectura financiera de la zona euro, con una división clara de las tareas: El Banco Central Europeo asegura la estabilidad del valor de la divisa desde el punto de vista interno y externo; el Fondo Fiscal Europeo –conjuntamente con los estados miembros- asegura la estabilidad de la política económica y financiera.

Un Fondo Fiscal Europeo estructurado de esta forma podría tener el efecto secundario, deseado con urgencia, de aliviar permanentemente al Banco Central Europeo de las tareas que son incompatibles en la práctica con su mandato y con su función, por ejemplo, el objetivo de adquirir los Bonos de determinados países de la zona euro. Como consecuencia de ello, el Banco Central Europeo podría concentrarse en sus tareas centrales de política monetaria y supervisión bancaria. El Fondo Fiscal Europeo, por lo tanto, haría una aportación esencial e indispensable a la estabilización del Banco Central Europeo, y al fortalecimiento de su credibilidad e independencia. El Fondo Fiscal Europeo y el Banco Central Europeo constituirían dos pilares políticamente independientes de la nueva arquitectura financiera de la zona euro, con una división clara de las tareas: el Banco Central Europeo asegura la estabilidad del valor de la divisa desde el punto de vista interno y externo; el Fondo Fiscal Europeo, conjuntamente con los estados miembros, asegura la estabilidad de la política económica y financiera. Una orientación global hacia la estabilidad en la zona euro, garantizada por estas dos instituciones, sería una señal clara a los mercados financieros. Quitaría fundamento también al miedo de muchos ciudadanos a una unión incondicional de la deuda europea, ya que los préstamos del Fondo Fiscal Europeo se concederían únicamente con una provisión de garantía prendaria y bajo la condición de una política económica estricta. La asistencia, y lo que se ofrece a cambio, será claramente reconocible. El Fondo Fiscal Europeo no se activará sin garantía prendaria y una cesión limitada de soberanía nacional sobre la política económica y financiera, por parte de los estados solicitantes, durante el periodo de duración del préstamo. Esto, además, hará justicia una vez más al principio de responsabilidad en la zona euro, y posibilitará una distribución justa de las cargas entre los países solicitantes y los países asistentes.

Décima Tesis: Solo una estabilidad prolongada y el acierto de las actuaciones en pro de la convergencia podrán proporcionar credibilidad a una unión política en Europa, y convencer a los ciudadanos y a los mercados financieros a largo plazo.

La nueva arquitectura de la zona euro sería una aportación substancial a una mayor integración política en Europa. Junto con otras medidas, tales como el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, además del Pacto Euro Plus, esta nueva configuración institucional contribuye a una mayor estabilidad y a una convergencia económica más fuerte en los estados miembros del euro. Los sistemas institucionales y de tratados ya existentes para la unión monetaria han resultado incapaces de proporcionar un nivel adecuado de estabilidad y convergencia. A pesar de ello, esta convergencia es indispensable si deben darse pasos de mayor alcance hacia una integración política. Solo una estabilidad prolongada y el acierto de las actuaciones en pro de la convergencia podrán proporcionar credibilidad a una unión política en Europa, y convencer a los ciudadanos y a los mercados financieros a largo plazo. Únicamente si en el futuro se alcanza una unión política más estrecha, además de una mayor estabilidad y convergencia económica, que incluya las políticas presupuestarias y sociales, podrá profundizarse en la idea de unas opciones financieras de mayor alcance, tales como la introducción de los Bonos Europeos conjuntos (“Eurobonos”).

Décimo Primera Tesis: La idea de una Europa unida nunca fue simplemente un proyecto material o económico; era y es, por encima de todo, también una aspiración de unir naciones. Los políticos deben promocionar de nuevo, y con mucha más fuerza, la legitimidad y el fundamento.

El objetivo distante en el tiempo de una unión política europea no debe perseguirse de forma precipitada, sino que debe intentar lograrse a largo plazo, con una estrategia clara. No obstante, no hay que enviar lejos la persecución de este objetivo; su momento ha llegado. Frente a esta realidad, la deuda y la crisis de confianza en Europa ofrecen también una oportunidad de establecer finalmente el curso necesario para el futuro no inmediato. Como ocurre con mucha frecuencia, implantar lo que es necesario se hace posible únicamente bajo la presión de las circunstancias. La idea de una Europa unida nunca fue simplemente un proyecto material o económico; era y es, por encima de todo, también una aspiración de unir naciones. Los políticos deben promocionar de nuevo, y con mucha más fuerza, la legitimidad y el fundamento de esta idea, y hacerlo con convicción y entusiasmo. La tarea que ahora tenemos es hacer a Europa resistente a las crisis y prepararla para el futuro a través de normas y de condiciones marco vinculantes e inteligentes. No hay fundamento para asumir que esto no puede conseguirse; no obstante, actuar como se ha hecho en el pasado es insuficiente: las medidas de rescate y reparación a corto plazo, por sí solas, ya no son suficientes. Un intento serio de escapar del marco de “los negocios como siempre se han hecho”, con objetivos claros a largo plazo y con elementos e instrumentos coordinados y convincentes, solo podrá alcanzarse con un nuevo tratado para el euro. Es seguro que esto exigirá unos esfuerzos políticos y económicos enormes, tanto a nivel europeo como a nivel nacional. La industria alemana está convencida de que estos grandes esfuerzos no solo son sensatos, sino que son –más bien- necesarios. No puede haber duda alguna de que dichos esfuerzos están ligados a costes considerables, pero representan una inversión a largo plazo en el futuro de Europa que bien merece la pena.

Décimo Segunda Tesis: Si una Europa dividida en numerosos países individuales desea mantener su posición económica, y salvaguardar su derecho a conformar la política a escala mundial, ello solo podrá alcanzarse avanzando de forma continuada hacia una unión política.

Los pesos políticos y económicos en el mundo están cambiando de lugar a una velocidad tremenda. Es importante afianzar el peso económico y político de Europa en un mundo que está cambiando a un ritmo cada vez más rápido. Los países emergentes en especial, con altos niveles de población, crecerán hasta convertirse en pesos pesados del mundo en un futuro muy cercano. La fuerza económica se transforma directamente, además, en fuerza política. Si una Europa dividida en numerosos países individuales desea mantener su posición económica, y salvaguardar su derecho a conformar la política a escala mundial, respondiendo a este desarrollo, ello solo podrá alcanzarse avanzando de forma continuada hacia una unión política. El respeto al principio de subsidiariedad, el compromiso por la diversidad y la competencia, y la aceptación de las individualidades culturales de los estados miembros y de las regiones de Europa no se contradicen con este objetivo. Por el contrario, son parte de la fuerza de Europa. No hay ningún país europeo –incluyendo a Alemania- que por sí mismo tenga el potencial de hacer valer su influencia en el escenario mundial. En el futuro, las fortunas de la economía mundial ya no se decidirán en el nivel del G8 o el G20, sino en el nivel del G2 o el G3. Al valorar de nuevo qué camino debería seguir, Europa tendrá que decidir si puede y desea convertirse en la tercera figura de esta asociación. La industria alemana necesita una Europa fuerte en una economía mundial dinámica, y los políticos pueden alcanzar este objetivo a través de sus competencias políticas: solo tienen que utilizar dichas competencias. La industria alemana promete a los políticos su apoyo lleno de energía, con esta idea fundamental de un nuevo tratado de la divisa europea.

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