Presupuestos alejados de la realidad

Los Presupuestos Generales del Estado para 2013 presenta un escenario macroeconómco muy divergente en términos de actividad y empleo de las previsiones de los principales analistas y de las expectativas sobre la evolución futura de las condiciones de financiación, de la demanda nacional y de la inversión empresarial.

La presentación de unas previsiones poco ajustadas a la evolución económica introduce la necesidad de realizar constantes ajustes presupuestarios a lo largo del ejercicio, que en los últimos años se ha traducido en una mayor carga tributaria para las familias y las empresas.

En este sentido, los Presupuestos vuelven a tener un impacto negativo en las partidas directamente relacionadas con la actividad empresarial. Se incrementa la carga fiscal de las empresas, la austeridad del gasto se concentra en las partidas ligadas a la actividad productiva y no se introducen cambios esenciales en la gestión de los servicios públicos.

Entre los aspectos más negativos de estos Presupuestos destaca, además, el incumplimiento por parte del Gobierno de la reducción en un punto en las cotizaciones sociales para 2013 que había sido comunicado a Bruselas y previsto en el Plan Presupuestario 2013-2014 aprobado el pasado mes de agosto.

Desde la FOE, entendemos también necesario reorientar la estrategia planteada en los Presupuestos, de manera que la disminución del déficit público no quede condicionada a una mayor carga fiscal sobre las familias y las empresas, puesto que los efectos de estas medidas redundarán finalmente en una mayor caída de las bases imponibles.

Igualmente es imprescindible contener el endeudamiento de las administraciones, puesto que los niveles de deuda, así como el crecimiento de la partida de gasto por intereses, lastran los esfuerzos por contener el gasto del déficit público.

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