Cuando se aproxima en el calendario la llegada de un nuevo año, las previsiones sobre si 2012 va a ser mejor que el que estamos abandonando, no nos animan a contemplar un rápido cambio de tendencia en nuestra economía.
Es cierto que la formación del nuevo Gobierno, si atendemos a los comentarios que mayoritariamente se están produciendo acerca de la formación y preparación de los nuevos Ministros, parece que abre un portillo a la esperanza, al menos en lo que se refiere a una lucha sin cuartel contra uno de los grandes males de nuestra economía: el déficit de las administraciones públicas y la deuda, aunque no es menos cierto, como coinciden casi todos los analistas, que la salida de la crisis será suave y, por lo tanto, no debemos esperar grandes y espectaculares cambios en los próximos meses.
La contención del gasto público es receta ineludible, ya que no debemos olvidar que cada euro que gestiona la administración es un euro menos a disposición de los sectores privados, ya sean familias o empresas y, por lo tanto, tenemos que ser combativos a la hora de pedir a nuestros representantes políticos y administraciones que actúen en la administración de los recursos económicos con la eficiencia que los empresarios actuamos en nuestras empresas.
Por este motivo, propuestas como las que realiza el grupo municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Huelva, en principio bien intencionada, para promover que el Ayuntamiento pueda pagar a sus proveedores, nos llena de profunda inquietud cuando en su preámbulo realiza una apuesta decidida por el incremento del gasto público municipal, que es a la postre lo que está produciendo la situación actual y que termina más tarde o más temprano en un incremento de los impuestos.
La lucha contra el déficit público, dado la magnitud del mismo en España, va a llevar, mucho nos tememos, a una paralización de una parte importante de los proyectos de inversión del Estado en toda España y Huelva no va a escapar a esta medida.
Es cierto que dos importantes obras de infraestructura, la Presa de Alcolea y la Estación del AVE están ya aprobadas, presupuestadas y el dinero dispuesto, por lo que esperamos del nuevo gobierno que se mantengan los compromisos para con Huelva. Otras, línea AVE de Huelva a Sevilla, N-435, probablemente tengan que esperar.
Pero en todo caso, existen una serie de asignaturas que mejorarían el grado de competitividad de nuestra economía sin realizar grandes inversiones y que nuestros responsables políticos, especialmente los del Partido Popular en la provincia de Huelva, deben trasladar al nuevo Gobierno.
Terminar con una política, que podríamos definir como inquisidora, de la Dirección General de Costas y su demarcación provincial en Huelva, consistente en no querer realizar inversiones para evitar la degradación de nuestras playas, aplicando continuos deslindes sobre, en muchos casos, parcelas que ya han sido construidas de acuerdo con normativas urbanísticas aprobadas, creando una fortísima inseguridad jurídica, o exigir de RENFE unos servicios con una mayor periodicidad entre Huelva y Madrid, para que nuestros clientes turistas del centro de España puedan venir con mayor facilidad, teniendo en cuenta que ni disponemos de aeropuerto ni de Ave como Valencia o Málaga, no parecen medidas que requieran grandes dotaciones presupuestarias.
Contribuirá a mejorar las expectativas empresariales contar, de una vez por todas, con la liquidez necesaria para que se pueda reactivar el consumo interior y las empresas realizar sus actividades con toda regularidad.
La propuesta del Gobierno de que el IVA se pague cuando se cobre la factura es una medida en la buena dirección. Pero además, es necesario que las entidades financieras abran sus líneas de crédito a las empresas.
Ahora que han recibido un importante crédito del Banco Central Europeo, tenemos que exigir que esos recursos vayan al sector de la economía real y no se empleen en la compra de deuda pública o en el propio saneamiento de sus balances.
En resumen, el gran reto del nuevo Gobierno para 2012 será encontrar el punto de equilibrio entre el objetivo de reducción del déficit público e inyectar liquidez al sistema económico para evitar que miles de empresas absolutamente viables lleguen a cerrar sus puertas por la falta de financiación y, por lo que se refiere a nuestra provincia, el inicio de las obras ya aprobadas y dotadas económicamente y llevar a efecto las medidas que nuestro sector turístico demanda en materia de playas y de comunicaciones que hemos descrito unas líneas más arriba.