Además de la integración habitual en el departamento correspondiente a su perfil formativo, los estudiantes han recibido formación teórica y práctica en seguridad.
Coincidiendo con el fin de la época estival, 54 jóvenes universitarios concluyen esta semana su periodo de prácticas en CEPSA Palos, tanto en Refinería ‘La Rábida’ como en CEPSA Química. Un puente con el mundo universitario que la compañía mantiene en la provincia desde hace más de 35 años y que para la mayoría de alumnos supone el primer contacto con el mundo laboral. A lo largo de 2013, alrededor de un centenar de alumnos de Ciclos de Formación Profesional, Universidad y Másteres se formarán en los dos centros onubenses de CEPSA.
El porcentaje más alto de alumnos en prácticas procede de la Universidad de Huelva, aunque también hay alumnos de las universidades de Sevilla, Granada, Málaga, Santiago de Compostela, Elche o Madrid, siendo las titulaciones más habituales las de Ingeniería Mecánica y Química y Administración y Dirección de Empresas.
Durante el transcurso de las prácticas, cada estudiante cuenta con la ayuda y la colaboración de un tutor, que se encarga de orientarle y enseñarle todas las tareas que desempeñará en su nuevo ‘hábitat’ de trabajo. El objetivo es que cada becario se integre al máximo en su unidad correspondiente (Laboratorio, Administración, Comunicación y RR.II., Recursos Humanos, Formación, Protección Ambiental, Seguridad, Ingeniería o Salud Laboral) y que sus compañeros veteranos de área faciliten su adaptación al mismo.
La realización de estas prácticas les posibilita una experiencia técnica y profesional relacionada con sus estudios, así como aplicar en el contexto real los conocimientos académicos adquiridos durante la carrera y, sobre todo, les permite integrarse en un medio nuevo para ellos, culturalmente distinto al de la universidad (otros usos, otras figuras, otras prioridades…). Junto a las visitas guiadas a las zonas de producción y gestión, para familiarizar a los estudiantes con los procesos a los que es sometido el petróleo y sus derivados en ambas fábricas, los becarios han recibido formación, tanto teórica como práctica, en materia de seguridad.
“Esta experiencia, que será inolvidable, no sólo me ha servido para poner en práctica los conocimientos teóricos adquiridos durante la carrera, sino que me ha brindado la oportunidad de desarrollar otras habilidades sociales y formativas. He conocido y admiro la labor que realiza la compañía en el área de Responsabilidad Corporativa, su preocupación por su entorno, por los trabajadores y sus familias y, por supuesto, por los becarios. Es mucho lo que he aprendido durante este tiempo, pero si tuviese que valorar mi paso por Refinería con una sola frase, me quedaría sin duda con el buen ambiente de trabajo, el compañerismo y el saber estar en cada momento de todos y cada uno de los profesionales con los que he tenido la suerte de compartir esta mi primera andadura en el mundo laboral”, cuenta Elena Digón, de San Juan del Puerto, becaria del departamento de Comunicación y Relaciones Institucionales y estudiante del Doble Grado de Periodismo y Derecho en la Universidad San Pablo CEU de Madrid.
Curso de formación humanística
Una de las novedades del periodo de prácticas de verano de este año ha sido la participación de un grupo de becarios en un innovador y pionero programa de formación humanística, incluido entre las actividades de la Cátedra CEPSA de la Universidad de Huelva y promovido por los profesores de la Facultad de Ciencias del Trabajo, Agustín Galán y Roberto Fernández. El objetivo con este programa es dotar a los estudiantes de las herramientas necesarias para ejercer de manera responsable su condición de ciudadano-trabajador-profesional.
“La velocidad de respuesta, la capacidad de colaboración, el aprendizaje, la innovación, la creatividad, complicidad, la responsabilidad social… se han convertido en factores esenciales en cualquier organización y la consolidación de estos valores desde el punto de vista organizativo pasa, necesariamente, por un enriquecimiento de sus miembros a nivel individual”, explica Agustín Galán. “Además, esta iniciativa busca el enriquecimiento personal de los alumnos, dotarles de herramientas intelectuales que les acompañarán a lo largo de toda su trayectoria vital y profesional”. Esta concepción de la formación humanística como un valor añadido de los profesionales de una compañía, junto a la utilización como recurso de aprendizaje de textos de autores clásicos y contemporáneos (filósofos, economistas, sociólogos, historiadores…) son las dos claves innovadoras del programa.
La formación se ha concebido en una serie de sesiones en las que se espera que los alumnos participen de manera activa, favoreciendo el desarrollo de habilidades como la persuasión, intermediación, el debate, la exposición oral o escrita de su propia opinión, la comunicación efectiva o el trabajo en equipo. “Me ha resultado muy útil, ya que durante las distintas sesiones los profesionales han incidido en aspectos tan importantes como la persuasión, el trabajo en equipo, el diálogo y la argumentación”, detalla Antonio López Villadóniga, estudiante de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Huelva.