Ante el anuncio en el Diario de la República de Portugal del decreto ley 111/2011 en el que establece las condiciones de los peajes que estaban pendientes en el país, entre ellos el que afecta a la A22, la FOE vuelve a insistir en que esta medida será una barrera al desarrollo económico de Andalucía y el Algarve y solicitará que los andaluces tengamos, al ser región transfronteriza, un trato semejante al que está previsto se le de a los residentes portugueses y empresas locales, con una serie de exenciones y descuentos en las tasas.
Como ya se ha manifestado desde que se conoció el anuncio por parte del Gobierno portugués, la FOE vuelve a incidir en su oposición al sistema de pago, previsto sólo con un dispositivo, y no de forma manual que sería el más utilizado en los desplazamientos diarios que son los más frecuentes en esa autopista. Además, la FOE insiste en que esta medida traerá serias repercusiones en la economía de ambas regiones dando al traste con todos los esfuerzos que se han realizado para acercar a dos regiones desde el punto de vista turístico y comercial y nos haría retroceder veinte años en el tiempo.
Según la FOE, el Gobierno español no puede consentir que una autovía que fue construida con fondos comunitarios para favorecer la cooperación transfronteriza entre países miembro de la UE, y que supone actualmente la única conexión directa que existe entre España y Portugal, se convierta en una barrera a la libre circulación de personas y mercancías.
Es más, ahora, los beneficiados serán los ciudadanos portugueses que tendrán un trato preferencial dado que el decreto establece para residentes y empresas locales que tengan su residencia o domicilio social en el área de influencia de la autopista una serie de exenciones y descuentos en las tasas. Trato que la FOE exige se haga extensivo al territorio andaluz y evitar, en parte, la discriminación que supone que mientras los portugueses podrán circular libremente por las autopistas andaluzas, los andaluces no podremos hacer lo mismo en territorio portugués.
Sectores como el turismo, el comercio, el transporte y la hostelería, entre otros, será los que padezcan con mayor virulencia esta medida que llega en el momento más inoportuno, tanto para Portugal como para España, entiende la FOE valorando lo ocurrido en el norte de Portugal donde la implantación del peaje ha afectado en un 40% a la economía de comercios y establecimientos turísticos.